Si bien la ley de usurpación que se aprobó hoy en la Cámara de Diputados con el veto del gobierno no quedó de la forma en que la presenté cuando la impulsé junto a otros senadores hace 3 años, era fundamental que Chile y las víctimas de este grave delito cuenten con una ley moderna del siglo 21, en reemplazo de la actual que es del siglo 19. Así, la nueva norma permitirá enfrentar de forma eficaz este grave delito que afecta a miles de chilenos.
Esta legislación aprobada establece penas de cárcel para las usurpaciones violentas y deja a criterio del juez si cabe prisión en el caso de las ‘no violentas’. Además, se establece la flagrancia permanente.
Aquí no se podía correr el riesgo del todo o nada y dejar a las víctimas y los ciudadanos sin ley, ya que la actual está obsoleta. Hoy se ha concretado un gran avance y ya habrá oportunidad para perfeccionar la norma que entre en vigencia.
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