Tras dos años de subidas de precios sin parar, en un escenario inflacionario, nunca antes visto en la última década. Finalmente, la demanda por bienes y servicios ha comenzado a caer en los mercados nacionales, iniciando la recesión de la economía chilena en este año 2023.
El quiebre de empresas de todos los tamaños empieza a sonar en los medios de comunicación, y las empresas que continúan en el mercado, inician la desvinculación masiva de trabajadores y trabajadoras en diferentes sectores de la economía, desde grandes constructoras hasta empresas del retail, intentando cada una de ellas reducir sus pérdidas, a través de reducción de costos.
En este escenario complejo para las familias de nuestro país, se acercan los gastos de fin de año y vacaciones, con un importante deterioro en el poder de compra de los consumidores y altos niveles de endeudamiento. Por lo tanto, es probable que las familias reduzcan su consumo en compras navideñas y tomen opciones más económicas para vacacionar.
En estos momentos de recesión es muy importante cotizar, ya que las empresas están bastante presionadas por las bajas ventas que han experimentado este año, donde cada empresa está viviendo una situación particular, algunas podrían necesitar bajar los precios más que otras, lo que podría genera importantes diferencias de precios.
Denis Muñoz
Académico Facultad Economía U. Andrés Bello, sede Concepción
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