Informe anual de hechos de violencia consigna que durante 2022 ocurrieron 15 homicidios, la cifra más alta desde que se tiene registro en la Macrozona Sur. Patricio Santibáñez, presidente de la Multigremial de La Araucanía señaló que “si bien hay avances en algunos temas, lo más preocupante es que los datos revelan que la violencia aún no está siendo controlada por el Estado, por lo que se requiere un esfuerzo mayor”.
En 2022 ocurrieron 15 homicidios en la Macrozona Sur vinculados a la violencia y el terrorismo. Se trata de la cifra más alta desde que comenzaron los atentados incendiarios en la comuna de Lumaco en 1997, en la Región de La Araucanía.
Este es uno de los principales datos que se desprenden del Informe Anual sobre Hechos de Violencia en la Macrozona Sur en 2022 realizado por la Multigremial de La Araucanía y que consigna además que el año que termina ha sido el más violento, superando a 2021 que lideraba hasta ahora este registro.
El documento consigna que durante 2022 ocurrieron 15 lamentables homicidios y 499 hechos de violencia, superando los 442 perpetrados el año anterior y las 10 víctimas fatales. Es decir, los hechos de violencia aumentaron en un 13%.
“Estos datos son preocupantes, nos hablan de una instalación de la violencia que no está siendo controlada por el Estado. El 2022 es, hasta ahora, el más violento y sanguinario desde que comenzaron los atentados en la Macrozona Sur”, señaló el presidente de la Multigremial, Patricio Santibáñez.
Un dato relevante, según la Multigremial, es que los atentados armados aumentaron en un 23%, “es decir, hoy los grupos terroristas tienen mayor poder de fuego, lo que los convierte en más peligrosos. Lo cierto es que hoy la estrategia de la CAM, la WAM y todos estos grupos terroristas pasó de atacar maquinarias a los hogares de familias, personas y eso es muy grave”, detalló Santibáñez recordando el ataque al Molino Grollmus.
Otro antecedente que llama la atención de la Multigremial de La Araucanía es la extensión de la violencia a casi todo el sur del país.
En la región de Los Ríos, por ejemplo, los atentados aumentaron en un 127% y la crisis de seguridad, por primera vez, registró atentados en las regiones de O’Higgins, es decir a menos de 300 kilómetros de Santiago, y a otros como Ñuble.
“La violencia continúa en el sur de Chile. Esperamos que el gobierno sea consecuente con su palabra y tome la firme de decisión de desarticular definitivamente todos estos grupos terroristas, reforzando las herramientas que muestran resultado. Esa debería ser una de las prioridades del 2023”, dijo Santibáñez.
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