Con atractivas iniciativas, los establecimientos educacionales administrados por el Departamento de Educación Municipal (Daem) de Villarrica, culminaron las celebraciones del reciente We Tripantu, aprovechando las tradiciones mapuches, y también las foráneas, junto a los más pequeños asistentes a salas cunas y jardines infantiles de la comuna.
Un caso especial fue lo ocurrido, en este contexto, en la Sala Cuna y Jardín Infantil Tiempo de Crecer de Ñancul, centro de educación inicial que tiene entre sus integrantes familias de origen extranjero.
MULTICULTURALIDAD
Aprovechando ello, niños y niñas confeccionaron mini telares e instrumentos musicales, los que fueron parte de la exposición organizada para la ocasión. Se contó, además, con la valiosa participación de apoderados provenientes de Haití, Perú y Argentina, quienes compartieron con la comunidad educativa diversos aspectos de sus culturas, como bailes, comidas típicas, costumbres, geografía, clima e historia.
Mientras, en la Escuela Valentín Letelier, en donde se aprovechó este Año Nuevo ancestral para incluirlo como aprendizaje pedagógico y una instancia para que los integrantes de la comunidad escolar fortalecieran la valoración hacia el aspecto cultural de esta festividad.
Con la implementación de “Salas Temáticas”, los estudiantes, desde pre kínder a octavo año básico, recrearon en sus respectivas salas diversos aspectos de la cultura mapuche: plantas medicinales, vestimentas, escritores y poetas, leyendas, instrumentos musicales, gastronomía típica, juegos, artesanía, costumbres y tradiciones.
APRENDER HACIENDO
Para promover el rescate de los saberes de la Cultura Mapuche, la celebración en el Jardín Intercultural Ayun Piuke de Conquil fue organizada por el equipo educativo, quienes se abocaron a diversos saberes, como elaboración de tortillas de rescoldo, exploración de instrumentos musicales y juegos ancestrales propios de la cultura, tales como el palín, juego del kawel o newen kantün. Así, niños y niñas disfrutaron de manera lúdica y significativa las tradiciones.
Para cerrar la jornada, los párvulos junto a las integrantes del equipo educativo, compartieron un mizawün, con variedad de alimentos típicos, finalizando un trascendental festejo que dio inicio a un nuevo ciclo marcado por la renovación de la vida y la nueva salida del sol.
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