Molestia e indignación es la que por estos días hay entre los vecinos resientes de los sectores de Pichares y Huife en la comuna de Pucón. Lo anterior, luego que después de casi un año y medio de la reparación de esta ruta por parte de la empresa Remavesa, luego de un proyecto de Vialidad Regional, aún deban sortear una serie de hoyos en la ruta, que no sólo ha deteriorado sus vehículos y reducido sus tiempos de desplazamiento, sino que se ha convertido en un verdadero peligro y calvario la ruta, para quienes por materias laborales u otros deben trasladarse diariamente por ella.
La crítica radica en que estos trabajos al parecer no sólo fueron deficientes, sino que además nadie ha respondido por ellos en un tiempo más que prudente. Ha sido el Municipio de Pucón a través de su alcalde, quienes en reiteradas ocasiones han solicitado pueda resolverse esta problemática, que al parecer tiene un aspecto administrativo inconcluso, que hasta ahora no habría permitido hacer efectivos los cobros de las boletas de garantía o simplemente delegar a otra empresa la reparación de esta turística ruta.
Fue durante la semana pasada y como una forma de mitigar la problemática de los vecinos, que el Municipio realizó algunas obras menores de tapado de los hoyos en la ruta con un material granulado y pétreo, que en ningún caso es la solución definitiva, pero que al menos vino a permitir un desplazamiento más uniforme en la ruta, sin tener que literalmente cruzarse del eje central de la calzada, que es una de las acciones más recurrentes que deben realizar los automovilistas para evitar destruir sus vehículos. “Esto está mal hecho, uno paga su permiso de circulación y los caminos malos. Ellos saben y tienen claro lo que tienen que hacer”, comentó en la ruta, el vecino del sector, Nilson Pinto Díaz, referido a las autoridades de Vialidad y en particular a la empresa que ejecutó los trabajos, los que califican como una burla. Un juicio de valor que es compartido por otro de sus coterráneos, Juan Medina Gutiérrez, quien agrega: “Básicamente el daño que se produce a los vehículos y el tiempo de demora y los posibles accidentes debido a los baches, uno puede perder el control del vehículo. Obviamente que hay molestia por lo ocurrido. Nosotros pagamos nuestros impuestos para tener una calle, una carretera como corresponde, pero acá es una vergüenza”, sentenció.
Por su parte, Mario Jara, otro vecino agrega: “Esto complica harto, porque hay hoyos por todos lagos. Esta ruta es un peligro, hay que andar despacito y hacer el quite a los hoyos. Este camino está todo cortado y deben repararlo. Deben terminar lo que empezaron”, concluye en un relato a sólo metros del trabajo del equipo municipal.
En tanto, consultado sobre las posibles soluciones, el Seremi de Obras Públicas, Henry Leal, quien se comunicó a través de un video desde la capital regional, se comprometió con los vecinos del sector en primera instancia a realizar algunas obras de bacheo con material y camión de Vialidad, cuestión que fue realizada ya al termino de la semana pasada, sin embargo, los vecinos creen que por el deterioro de la ruta hoy tapar hoyos no es la solución. Un juicio de valor que también comparte el alcalde, Carlos Barra, que si bien agradeció la rápida respuesta de la autoridad regional, insistió en que se deben tomar acciones más concretas. “Aquí ya ha pasado un tiempo más que prudente. Nuestra gente ha tenido que lidiar con el mal estado de este camino durante todo el invierno y ahora que se acerca un nuevo e incierto verano, no sabemos cuándo llegará la solución y sería nefasto que ocurriera en plena temporada, cuando es el momento es que toda esa comunidad trabaja para ganar su sustento para los meses de invierno”, agregó el Alcalde.
Las cuestionadas obras:
Según el reporte de prensa de la época y según se especificó por parte de los funcionarios de Vialidad, los trabajos consistieron en un sello tipo doble tratamiento superficial y bacheo profundo con mezcla en caliente en una longitud aproximada de 11,6 km. Además, contempló obras de saneamiento tales como fosos, cunetas, obras de artes transversales, subdrenes, soleras enterradas en acceso a predio, para mitigar las deficiencias que se presentaban en algunos sectores, además de sus respectivas obras de seguridad vial, tales como demarcación de la vía y señalización vertical.
La iniciativa consideró una inversión aproximada de $1.029.544.579 recursos que fueron financiados con fondos sectoriales de Vialidad y cuyo plazo de ejecución fue de 300 días a cargo de la empresa Remavesa S.A.
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