Hasta 86 años de edad tienen las profesoras rescatistas que hoy, a través del aprendizaje de nuevas tecnologías se mantienen vinculadas a su entorno y se preparan, a la espera de volver a los establecimientos educacionales para enseñar a leer.
Para quienes manejan redes sociales y tecnologías, no tener contacto directo con las personas de su entorno-de cierta forma- ha sido más fácil de llevar. Sin embargo, existe un número importante de adultos mayores para quienes no poder salir de sus hogares y relacionarse con otros les ha producido enormes y lamentables limitaciones. No solo hablamos de las limitaciones económicas, sino de los negativos efectos emocionales del encierro, lo que ha sido lo más duro de enfrentar para cada uno de ellos.
Conscientes de esta realidad, que no es solo la de los adultos mayores de La Araucanía, Fundación AraucaníAprende, a través de su Programa Rescate Lector, el que forma parte del convenio que sostiene con el Ministerio de Educación, continúa implementando acciones para apoyar los aprendizajes. Es así como por medio de sus Coordinadoras de Profesoras Rescatistas, siguen dedicándose a la enseñanza, pero esta vez, ligadas al “rescate digital” de quienes han enseñado a leer a más de 3 mil niños y niñas cada año.
Aprendizaje para conectar
En marzo las Profesoras Rescatistas de Fundación AraucaníAprende se estaban preparando para la primera reunión con sus coordinadoras, antes de desplegarse por toda la región, entre escuelas urbanas y rurales. Producto de la emergencia sanitaria y al cerrarse los establecimientos educacionales, siendo ellas parte de la población de alto riesgo, las actividades del rescate lector debieron detenerse, para que se resguardaran en sus hogares. Lo que tuvo como consecuencia verse obligadas a dejar de asistir a las escuelas a enseñar a leer. Ese fue el momento de cerrar los libros y abrirse a la posibilidad de aprender a utilizar la tecnología para seguir conectadas. Sin dejar de prepararse para cuando puedan volver a enseñar.
El confinamiento obligado de las rescatistas movilizó a sus coordinadoras para ejecutar acciones que las mantuvieran activas y conectadas. Fue así como se contactaron con cada una de las 206 rescatistas y les propusieron aprender a realizar videollamadas, unirse a transmisiones de facebook live e incluso a crear reuniones por google meet.
“El proceso de digitalización de las rescatistas ha sido importante. Ellas sienten que pueden colaborar en lo que sea necesario, con tal de no abandonar a los estudiantes que necesitan de su apoyo para adquirir el aprendizaje lector en sus hogares. Por otro lado, han podido mantener sus relaciones sociales con amigos y familiares. De alguna manera, hacer una video llamada con ellas, nos ha permitido conocerlas más y entender sus preocupaciones e inquietudes”, relató Fernanda Ortíz, coordinadora de profesoras rescatistas.
Impacto en sus vidas
A medida que han transcurrido los meses, algunas han desistido debido a enfermedades o por tener que cuidar a algún familiar. Hoy día, son 198 rescatistas las que continúan trabajando con la Fundación. Casi la totalidad de ellas se han digitalizado. En este contexto, varias de ellas usaban teléfonos celulares, pero muy pocas usaban computadores u otras herramientas tecnológicas.
La pérdida de contacto con sus seres queridos por el prolongado encierro que llevan, hizo muy relevante que adquirieran nuevos conocimientos que les permitieran conectarse, principalmente a través de sus celulares y con el asesoramiento de sus coordinadoras de AraucaníAprende, esto las ha revitalizado.
“Nadie imaginó que la tecnología iba a estar en primera plana en este tiempo de crisis. No obstante, las rescatistas en encierro hemos valorado lo que se puede aprender en esta nueva modalidad de vida.
Qué decir de las fiestas significativas. En mi cumpleaños, me reuní con toda mi familia a través de la pantalla del computador. No sabía que mi computadora tenía una cámara en el borde superior de la tapa. Fue genial, emotivo y muy bonito poder verse las caras y los gestos”, expresó Ester Contreras, Profesora Rescatista de Fundación AraucaníAprende.
Aunque en un principio se resistieron a aprender a manejar nuevas formas de comunicarse, el uso de la tecnología les ha permitido sobrellevar la soledad. “En este tiempo, algunas se vieron obligadas a tener que adentrarse en la tecnología para mantener contacto con sus familias y no sentirse tan solas. Por lo que consideramos nuestra intervención valiosa, en la enseñanza de quienes no manejaban tecnología y para que las que ya sabían practicaran”, afirmó Paula Jara, coordinadora de profesoras rescatistas.
“Nos enfrentamos a 2 enormes desafíos. Por una parte, niños en sus casas con pocas posibilidades de aprender a leer y por otra, la brecha digital en un grupo de adultos mayores que no sabían hacer video llamadas por whatsApp. Hoy las estamos revolucionando y el poder reunirse virtualmente con otros fue resultado de un trabajo de meses, donde el equipo capacitó una por una a cada rescatista hasta lograr que perdieran el temor a usar el potencial de este recurso. Esperamos en un futuro muy cercano, lanzar a nuestras “ciber-rescatistas”, quienes puedan apoyar por medio de videollamadas a las madres y familias que deseen recibir orientaciones para enseñar a leer y motivar el aprendizaje lector en sus hijos por videoconferencia entre rescatistas y madres. Estas mujeres increíbles no dejan de sorprendernos y darnos lecciones de resiliencia y amor por enseñar”, señaló Carlos Dreves, Director Ejecutivo de Fundación AraucaníAprende.
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