Lo que partió como un sueño en mayo pasado, para cientos de niños y niñas de Villarrica y Vilcún, hoy llega a su fin cuando compartieron la última jornada de trabajo con los realizadores del cortometraje chileno “Historia de un oso”, ganador de Oscar, Gabriel Osorio y Patricio Escala, en el marco del cierre de los talleres de lenguaje audiovisual que impulsó la Secretaría Ministerial de Educación.
Patricio Escala, productor ejecutivo y Gabriel Osorio, llegaron hasta el Liceo La Granja de Cajón, comuna de Vilcún, en compañía del Seremi de Educación, Marcelo Segura, y compartieron allí el making of y trabajo final, logrado con escolares de 5to y 6to básico de 6 escuelas públicas de las comunas participantes, los que durante meses trabajaron con distintos profesionales de la productora PunkRobot en distintas técnicas creativas y producción de lenguaje audiovisual.
“Pudimos lograr un sueño. Niños y niñas de escuelas de la región de La Araucanía pudieron este 2016 tener aprendizajes significativos, en sus vidas, poder compartir experiencias de aprendizaje a través de este primer Oscar chileno”, destacó el Seremi de Educación.
Así, los escolares tuvieron procesos de aprendizajes de guiones, animación y producción; experiencias educativas creativas que ellos mismos catalogaron como significativas y distintas a las que tradicionalmente trabajan en sus establecimientos educacionales.
Rondel Gallegos, de 6to básico del Liceo La Granja de Vilcún, sueña con contar sus propias historias “me encanta la animación. Me gustaría poder algún día, cuando grande, poder crear una animación, colocarle música, sonidos, efectos, todo eso”, expresó.
Por su parte, el director de PunkRobot estudio de animación y del cortometraje “Historia de un Oso”, Gabriel Osorio, relató que la experiencia de poder enseñarles a niños fue todo un desafío, para él en lo personal y su equipo. “Para nosotros la invitación de poder enseñarles a niños fue un desafío, porque de partida yo nunca lo había hecho, entonces tuvimos que de alguna manera asesorarnos, ver cómo diseñamos un kit para que los niños pudieran animar también, que fuera un desafío para ellos, pero que no fuera demasiado complejo. Sentimos que se logró súper bien, en cuanto a los resultados que se obtuvieron. Las películas que vimos están entretenidas, tienen sentido del humor, así que estamos muy muy contentos con la experiencia”, destacó.
Cabe destacar que el proyecto fue financiado a través de la línea de inversión en recursos pedagógicos, apoyo a los estudiantes y participación con la comunidad del fondo de apoyo a la Educación Pública, FAEP del Ministerio de Educación.
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