Estudiantes de Primero Básico aprendieron el abecedario y unieron las letras para leer pequeño texto en público.
Aprender a leer. Es la más grata experiencia que viven los niños del Primero Básico del Complejo Educacional Carlos Holzapfel de Pucón, quienes durante meses estudiaron el abecedario y la gramática, para que los alumnos unieran las letras y leyeran un pequeño texto en la ceremonia de reconocimiento.
Gracias al esfuerzo, dedicación y paciencia por parte de los docentes, hoy el trabajo da frutos; logrando generar una indescriptible alegría no sólo a los profesores sino también a los padres y apoderados, debido a que sus hijos han iniciado un mundo de conocimiento, a pasos agigantados.
“Lo que hemos visto hoy es fruto del trabajo realizado en las aulas y del apoyo significativo de los padres, quienes están comprometido con el aprendizaje de sus hijos. Para nuestro establecimiento es muy significativo porque nuestros niños han cumplido con este proceso. Y, a raíz de este logro, se les abre un mundo nuevo, de desafíos y aventuras, donde la experiencia de leer es favorable para todos los seres humanos”, destacó Patricia Arratia, directora del Complejo Educacional.
“La emoción que han vivido los padres es el reflejo de la alegría de ver cómo sus hijos van crecimiento y avanzando en tan poco tiempo”, agregó. Además, aplaudió el trabajo de las docentes Carla Zurita y Sandra Flores.
En una pequeña pero significativa ceremonia, la comunidad escolar distinguió a los niños y niñas de primer año, donde los menores -con mucha prestancia- pasaron adelante de sus padres y profesores para leer de corrido un mensaje que iba dirigido a ellos; agradeciéndoles, además, la dedicación y paciencia por enseñar el abecedario y unir las primera palabras y frases.
“Fui elegido para contarles a ustedes lo importante que es leer para mi y mis compañeros. Cuando conocí las letras, aprendí también a conocer mundos nuevos como el de “La cebra Camila” o “El álbum de dinosaurios”, donde pude leer sus nombres: Tiranosaurio Rex, Estequesosaurio, etc; además, aprendí que algunos son carnívoros y otros herbívoros; otros pequeños y otros enormes”, comentó el menor Luis Navarrete.
Y agregó que “el mundo de la lectura es inmenso. Nos lleva a imaginar un mundo distinto, un mundo inocente y sin maldad”.
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