Luciano Riquelme es uno de los alumnos egresados de la primera promoción de la especialidad de estructuras metálicas de la Escuela Cárcel Héctor Valenzuela Cea. Gracias a los conocimientos adquiridos en los 3 años que estudió en el lugar, hoy cuenta con nuevas herramientas para reinsertarse de mejor manera en la sociedad.
La especialidad de estructuras metálicas se implementa en esta unidad educativa, la que forma parte de los 18 establecimientos que son administrados por el Departamento de Educación Municipal, a partir del año 2012 con 45 internos que integran el primer nivel medio, que corresponde a primero y segundo de la enseñanza media.
A partir del 2013 se logra implementar el segundo nivel con 45 alumnos, curso que equivale al tercer año medio de la educación técnico profesional. Sin embargo al año siguiente no es autorizada la creación del tercer nivel, (cuarto año medio), ello por la falta de implementación de la escuela.
El sueño cumplido de ayudar en la reinserción social
Pedro Cuevas Sandoval, profesor encargado de este centro educativo, explica que para todos en la escuela era vital poder contar con este último nivel de estudios, necesario para el egreso de los alumnos de la educación técnico profesional, situación que le lleva a comprometerse para gestionar la adquisición de la implementación requerida.
Es así como durante el año 2015 se incluye la compra de equipamiento para la especialidad de estructuras metálicas en el Convenio de Transferencia de Fondo de Apoyo para la Educación Pública Municipal, FAEP, firmado entre el Ministerio de Educación y la Municipalidad de Villarrica. La inversión, cercana a los 5 millones de pesos, permite adquirir un torno mecánico con el cual los alumnos pueden realizar la construcción de tornillos carpinteros, ejes de transmisión para cierras, construcción de tornos para madera. Asimismo se obtuvo un taladro de pedestal, máquinas de soldar electrónicas, entre otras maquinarias.
“Mi función con los alumnos de la escuela más que educativa es social, me siento muy comprometido con esta labor y los internos lo saben, ellos tienen mucho respeto por este lugar. Este trabajo me llegó por circunstancias de la vida y hoy se ha convertido en todo un sueño. Estoy ayudando a estas personas a ser mejores, ellos son muchas veces olvidados por la sociedad y gracias a este conocimiento que están adquiriendo aquí tienen una nueva oportunidad de reinsertarse socialmente”, comentó el profesor Pedro Cuevas.
Luciano está pronto a cumplir su condena, ingreso al Centro de detención preventiva de Villarrica el año 2003 y para él los conocimientos adquiridos le han significado mucho. En el mes de marzo realizará su práctica con 720 horas en algún taller de esta ciudad, lo que le permitirá obtener el título técnico nivel medio en la especialidad de estructuras metálicas. “Tengo muchas expectativas con este nuevo oficio el cual lo convertiré en parte de mi futuro, ya estoy planificando algún proyecto para presentar en algún organismo gubernamental y además tengo un pequeño capital ahorrado con el cual pretendo comenzar mi propio emprendimiento”, concluyó el alumno Luciano Riquelme.
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