Procesamiento de imágenes satelitales establece cifra de hectáreas quemadas por el incendio e indica una aproximación a la intensidad del daño provocado.
El Laboratorio de Teledetección Satelital de la Universidad de La Frontera informó sobre el número de hectáreas consumidas por el fuego, hasta el momento, en la Reserva Nacional China Muerta.
A nivel público, se manejaba una cifra estimada en 4.910 hectáreas arrasadas por este incendio (según se consignó en diferentes medios de comunicación el pasado 12 de abril). Sin embargo, ese número es menor al considerar los resultados del procesamiento de imágenes obtenidas del satélite Landsat-8, de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
Según lo indicado por el académico encargado del Laboratorio que funciona en dependencias del Departamento de Ciencias Físicas, Patricio Acevedo Aránguiz, el área aproximada total quemada correspondería a 2.900 hectáreas, de las cuales 1.550 están dentro de la Reserva Nacional China Muerta (usando el límite proporcionado por el Sistema de Información Territorial de la CONAF), estimándose un margen de error de 100 hectáreas.
La explicación sobre la disminución de la cifra realmente siniestrada, se debería a que la información proporcionada por la Corporación Nacional Forestal corresponde, posiblemente, al cálculo realizado tras sobrevolar el perímetro afectado por el incendio en estado activo.
“Esa estimación está dada por el área que queda dentro de dicho perímetro y es usualmente mayor que la afectada por el incendio. En particular, al procesar las imágenes satelitales se observa claramente que las superficies quemadas no son un continuo absoluto, existiendo islas interiores no afectadas por el fuego, posiblemente por la dirección predominante del viento, las pendientes, cerros rocosos, entre otros factores, lo que corresponde al comportamiento habitual de los incendios forestales”, destacó el investigador UFRO.
Para determinar la superficie siniestrada, en el Laboratorio se contrastaron las imágenes capturadas de la Reserva los días 10 de marzo (antes del incendio) y 11 de abril (incendio declarado como controlado), aplicándose tres índices espectrales para reconocer áreas quemadas. Dichos índices fueron el NBR (Normalized Burnt Ratio), DVI (Difference Vegetation Index) y NDII (Normalized Difference Infrared Index), que se trabajaron en conjunto para la discriminación del área quemada, aplicando la técnica de imagen de diferencia.
INTENSIDAD DEL DAÑO
Otro antecedente importante que arrojó este último análisis fue la aproximación de la intensidad del daño provocado por este incendio, siendo posible reconocer tres niveles de acuerdo a una segmentación de umbrales simples de los índices espectrales antes mencionados: leve, mediana y severa, representadas con los colores amarillo, naranjo y rojo, respectivamente.
“Esta es una primera aproximación para reconocer dónde el incendio tuvo un efecto más intenso, información que podría ser uno de los insumos para el proceso de recuperación de las tierras afectadas”, puntualizó Acevedo, agregando que ahora su trabajo se orientará a la identificación del tipo de bosque afectado por el fuego, tanto en la Reserva como en las zonas aledañas.
Es importante destacar que, anteriormente, el Laboratorio de Teledetección Satelital del Departamento de Ciencias Físicas contribuyó con la entrega de evidencia científica a la Fiscalía sobre el lugar y hora de inicio del incendio en la Reserva Nacional China Muerta, localizándose el origen del fuego a 38.7645 grados de latitud sur y 71.5439 grados de longitud oeste, entre las 12:10 y las 16:30 horas del 14 de marzo.
Esta Reserva se ubica en la comuna de Lonquimay, a 40 kilómetros de Melipeuco, comprendiendo aproximadamente 12.825 hectáreas. Fue declarada como "Reserva Forestal China Muerta" por Decreto Supremo Nº330 del Ministerio de Agricultura con fecha de 28 de junio de 1968.
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