Aunque puede presentarse en cualquier persona entre los 14 y 75 años de edad, la mayoría de las estadísticas coinciden en que la incidencia es de tres mujeres por cada hombre.
Un 15% de la población en Chile sufre bruxismo, un acto involuntario de la musculatura masticatoria que durante el sueño se expresa apretando y rechinando los dientes. Su causa aún es materia de discusión, pero factores emocionales como la ansiedad, miedo, frustración y estrés, han sido relacionados con esta patología.
Si el bruxismo se presenta de forma leve se pueden producir desgastes en los dientes, pero si el rechinarlos se convierte en un hábito, éstos pueden volverse sensibles o tornarse móviles; evidenciando desgastes en las coronas de los dientes, y pudiendo, en el peor de los casos, fracturarse.
El doctor Roberto Fuenteseca, director nacional del Área Odontológica del CFT Santo Tomás, explica que los afectados por el bruxismo no siempre perciben sus signos (apriete y rechinamiento dentario), ya que en la mayoría de los casos éstos se producen de forma inconsciente durante el sueño, sin embargo, hay algunos síntomas que se podrían percibir si la patología se vuelve más intensa.
“Cuando el apriete dentario se hace más severo, pueden aparecer tensiones de la musculatura facial, provocando sensibilidad en las piezas dentarias, las articulaciones maxilares, las sienes y los oídos, y en determinados casos, cefaleas tensionales. Si el bruxismo se prolonga en el tiempo, las tensiones incluso pueden referirse a la región cervical. Por otro lado, cuando el apriete dentario es prolongado, el afectado puede percibir un crujido de la articulación o incluso ver limitada su apertura al abrir la boca”, señala el experto.
Aunque el bruxismo puede presentarse en cualquier persona entre los 14 y 75 años de edad, los estudiantes universitarios y escolares parecen ser el grupo más afectado, y en cuanto a la proporción por sexos, la mayoría de las estadísticas coincide en que la incidencia es de tres mujeres por un hombre. Para el Dr. Fuenteseca, la razón de esta última conclusión es que las mujeres tienen un componente psicológico más importante, lo que provoca un mayor desgaste y las hace llegar a puntos máximos de estrés. En el caso del hombre, éste liberaría en mayor medida sus tensiones por la naturaleza de sus actividades diarias, provocando peaks más bajos de estrés.
Una buena forma de combatir esta patología es considerar con mayor seriedad los aspectos emocionales diarios, ya que un alto nivel de ansiedad puede desencadenar episodios de bruxismo durante la noche, e incluso durante el día. Por lo tanto, si el periodo de estrés se prolonga, hay que tomar medidas para disminuir o eliminar el problema antes de que provoque otros trastornos. Para lograrlo con éxito, eldirector nacional del Área Odontológica del CFT Santo Tomás, entrega las siguientes recomendaciones:
– Una buena opción para intentar prevenir el bruxismo nocturno es practicar deportes que nos ayuden a liberar estrés, además de evitar el consumo de café y otros excitantes en horas previas a dormir.
– Intentar tener momentos de descanso y relajación entre las actividades más estresantes del día a día, contribuirá a un mejor descanso durante la noche.
– Cuando el problema compromete las estructuras masticatorias alterando su función, el tratamiento odontológico consiste en relajar la musculatura a través de aparatos intraorales (planos), lo que evita sobrecargar las articulaciones y protege la integridad de las piezas dentarias. En algunos casos, cuando el dolor persiste, se indican tratamientos kinesiológicos, masoterapia y terapia farmacológica: antinflamatorios y relajantes musculares.
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